PRIMERA LUNA DE MIEL EN SAN MIGUEL
(Nota: algunas fotos quedaron ocultas por la astucia del blog, sin emabrgo ustedes podràn visualizarlas dando click en "entradas Antiguas")
La idea original era salir a las nueve de la mañana pero los estragos de la noche anterior de desvelo y ombligos encontrados hizo que abriéramos los párpados ya entradas las diez. Haciendo sobrecama planeamos la salida, Eduardo arreglaría la tuerca del carro para evitar que la moldura se perdiera en las entrañas de la carretera y Rocío (como siempre, con toda la alevosía y ventaja de Eduardo) lavaría los trastes y arreglaría un poco la casa, nada de esto se logró a fin de cuentas, pero la intención siempre estuvo.
CARRETERA
Después de alimentar al super Chevy e inflar sus patitas tomamos el camino hacia lo que sin saber sería un mágico andar, las palabras comenzaron a fluir como desde el primer día que nos conocimos. Así pasaron cuarenta y cinco minutos, medio bote de agua y un trébol extra en la carretera, hasta llegar al pueblo de las pequeña galerías y como decía por ahí “y algo más”…
martes, 10 de abril de 2007
SAN MIGUEL
El mirador sería el primer blanco para dejar encargado nuestro super Chevy pero veinticinco carros gandayas se opusieron ferozmente a nuestros planes, así que aprovechamos un pequeño espacio bajo una higuera en una calle de hermosas casas y sombra providencial, cosa que el super Chevy agradeció y creo que agradecerá en un buen tiempo.
SOL Y LUNA … A CAMINAR…
Con antibiótico, jarabe, carteras, llaves, celulares, cámara y con mucho calor inicio nuestro mágico andar. Recordamos los lamento, pataleos e ironías de nuestras pequeñas (Erín y Karime) y el monstruo (Lalito) por aquel viaje de meses atrás en donde las bajadas y subidas se convirtieron en kilométricas torturas y de gran aprendizaje “San Miguel no es para niños” … por lo menos para los nuestros aún no.
CUBA A LA VISTA
Plaza principal y sin mar de por medio nos encontramos de frente con el Che Guevara, Compai Segundo, Fidel Castro, José Martí y una oleada de son cubano cálida como sus playas… sus libros, sus telas, sus gráficas y sus percusiones. Eduardo dice: Independientemente del tiempo que ha pasado y la manoseada revolución cubana, lo rescatable es la gran dignidad de este pueblo y amor a la vida”, Rocío dice: Que buenos libros y que frustración de no traer lana para llevar.
No tan lejos vimos unas carpas de Corona y pensamos “chela gratis” y decepción “fiesta del DIF” patrocinada por la chela más vendida en el mundo. Así que arrancamos el choclo hacia las calles que aún no conocíamos.
LAS CALLES DE SAN MIGUEL
De la mano y abrazados, entre besos y arrumacos nos deleitamos con balcones, casas, tiendas, artesanías, colores, olores, puentes atravesados arquitectónicamente magistrales y todo aquello que a un ojo turístico atrae, Rocío dice: ¿Qué hay que hacer para tener una casa de éstas?, Eduardo dice: ¡Hay que ser narco o gringo jubilado!.
El mirador sería el primer blanco para dejar encargado nuestro super Chevy pero veinticinco carros gandayas se opusieron ferozmente a nuestros planes, así que aprovechamos un pequeño espacio bajo una higuera en una calle de hermosas casas y sombra providencial, cosa que el super Chevy agradeció y creo que agradecerá en un buen tiempo.
SOL Y LUNA … A CAMINAR…
Con antibiótico, jarabe, carteras, llaves, celulares, cámara y con mucho calor inicio nuestro mágico andar. Recordamos los lamento, pataleos e ironías de nuestras pequeñas (Erín y Karime) y el monstruo (Lalito) por aquel viaje de meses atrás en donde las bajadas y subidas se convirtieron en kilométricas torturas y de gran aprendizaje “San Miguel no es para niños” … por lo menos para los nuestros aún no.
CUBA A LA VISTA
Plaza principal y sin mar de por medio nos encontramos de frente con el Che Guevara, Compai Segundo, Fidel Castro, José Martí y una oleada de son cubano cálida como sus playas… sus libros, sus telas, sus gráficas y sus percusiones. Eduardo dice: Independientemente del tiempo que ha pasado y la manoseada revolución cubana, lo rescatable es la gran dignidad de este pueblo y amor a la vida”, Rocío dice: Que buenos libros y que frustración de no traer lana para llevar.
No tan lejos vimos unas carpas de Corona y pensamos “chela gratis” y decepción “fiesta del DIF” patrocinada por la chela más vendida en el mundo. Así que arrancamos el choclo hacia las calles que aún no conocíamos.
LAS CALLES DE SAN MIGUEL
De la mano y abrazados, entre besos y arrumacos nos deleitamos con balcones, casas, tiendas, artesanías, colores, olores, puentes atravesados arquitectónicamente magistrales y todo aquello que a un ojo turístico atrae, Rocío dice: ¿Qué hay que hacer para tener una casa de éstas?, Eduardo dice: ¡Hay que ser narco o gringo jubilado!.
EL OTRO SAN MIGUEL
Gente real, carencias, verdades, rostros cansados, trocas, la gente nacida en San Miguel, la fuerza de trabajo que tiende las camas en el hotel “Posada San Miguelito” (800 pesos por un amanecer… chale) y lleva el plato a la mesa en el restaurante bar “La terraza” que este día tenía como plato principal “salmón a la plancha”, ya se imaginarán el precio del salmón si un menú pinchurriento costaba 100 pesos mexicanos de esos que valen cada vez menos.
Fotos que hablaban no sólo de nosotros, también de este San Miguel de hoy, turístico al epicentro y sísmico a la periferia (un rostro moreno de rasgos indígenas con piernas temblorosas llevaba al hombro un costal de verduras que no serían para su mesa sino para aquel que había impreso su nombre en su mandil de trabajo).
Con un sutil hálito de supervivencia nos tomamos de la mano y seguimos en nuestro andar, a pesar de estas dos realidades, redescubriendo que Rocío y Eduardo coinciden en que deben seguir haciendo lo que saben hacer: promotores en búsqueda de un buen equilibrio.
A COMER…
Rocío dice: ¿Comemos a las tres?, Eduardo dice: ¡Si amor no te me vayas a desmayar aquí!
Noventa, sententa hasta más de cien pesos y sin bebida por buffete o comida corrida, sin hablar de cartas y vinos tintos, nuestro bolsillo se ofendió, así que nos dimos a la tarea de reconciliarnos con él y llegamos a las llamativas carpas de Corona que tenían como hostes a las maestras del DIF municipal cerrando las ollas del pozole seco que ya se había terminado, atrás estaban los chicharrones, raspados y demás fritangas que distan de ser una comida. A lo lejos brillaban unas ollas de aluminio que parecían sobrevivir, así llegamos a las papas con chile, nopales con queso, arroz y todo de a cuatro pesos. Cinco para cada quien y sin refresco ¡Comimos!... después de tres cuadras y un carrito gandalla de a diez el refresco llegamos enfrente de la casa del Nigromante (intelectual de la independencia) y nos desatoramos los tacos con una coca light al tiempo y una manzana lift.
SEGUNDO AIRE…
Con medio tanque arrancamos nuevamente el choclo (choclo: adj. calif. zapato tenis tipo convers versión no lavada y pirata pero aguantadores) hacia las calles más solitarias acompañados del sol y de nuestro amor.
Llegamos a donde la vida no vale, nada tras conocer cuatro cantinas, cantinas de adeveras y de preguntar sobre el partido de Chivas vs América y el marcador de los gallos contra los pumas 3-3 (el empate asegura la estabilidad en el matrimonio de Rocío y Eduardo). ¿En dónde la vida no vale nada?, a las espaldas de la iglesia de San Juan de Dios se encuentra un pequeño panteón con tumbas en donde en sus rebuscadas lápidas se inscribían desde 1893; otra era a Lucía Mendiola y de las demás; el astigmatismo, la miopía y la indisciplina de los dos de no usar los lentes recetados, además del candado de la puerta, nos fue imposible enfocar los datos. Sin embargo la lectura de los Sonetos apócrifos y la información de la doña del puesto de dulces hicieron de ese lugar un sitio para volver.
EL REGALO
Mano izquierda en nalga izquierda (uso costumbre de Eduardo para abrazar a Rocío) y calle arriba, Rocío le obsequió a Eduardo posiblemente uno de los más hermosos detalles que reafirman su convicción por seguir viendo esos hermosos ojos cada mañana a pesar del enmarañado que los cubre. Fachada ocre de tres niveles, techo oval con detalles al natural predominando el ladrillo rojo se asomaba al último escaño un espacio el cual Rocío designo con estas palabras: ¡Mira mi amor para tu estudio!... mi amor te amo, dice Eduardo.
Gente real, carencias, verdades, rostros cansados, trocas, la gente nacida en San Miguel, la fuerza de trabajo que tiende las camas en el hotel “Posada San Miguelito” (800 pesos por un amanecer… chale) y lleva el plato a la mesa en el restaurante bar “La terraza” que este día tenía como plato principal “salmón a la plancha”, ya se imaginarán el precio del salmón si un menú pinchurriento costaba 100 pesos mexicanos de esos que valen cada vez menos.
Fotos que hablaban no sólo de nosotros, también de este San Miguel de hoy, turístico al epicentro y sísmico a la periferia (un rostro moreno de rasgos indígenas con piernas temblorosas llevaba al hombro un costal de verduras que no serían para su mesa sino para aquel que había impreso su nombre en su mandil de trabajo).
Con un sutil hálito de supervivencia nos tomamos de la mano y seguimos en nuestro andar, a pesar de estas dos realidades, redescubriendo que Rocío y Eduardo coinciden en que deben seguir haciendo lo que saben hacer: promotores en búsqueda de un buen equilibrio.
A COMER…
Rocío dice: ¿Comemos a las tres?, Eduardo dice: ¡Si amor no te me vayas a desmayar aquí!
Noventa, sententa hasta más de cien pesos y sin bebida por buffete o comida corrida, sin hablar de cartas y vinos tintos, nuestro bolsillo se ofendió, así que nos dimos a la tarea de reconciliarnos con él y llegamos a las llamativas carpas de Corona que tenían como hostes a las maestras del DIF municipal cerrando las ollas del pozole seco que ya se había terminado, atrás estaban los chicharrones, raspados y demás fritangas que distan de ser una comida. A lo lejos brillaban unas ollas de aluminio que parecían sobrevivir, así llegamos a las papas con chile, nopales con queso, arroz y todo de a cuatro pesos. Cinco para cada quien y sin refresco ¡Comimos!... después de tres cuadras y un carrito gandalla de a diez el refresco llegamos enfrente de la casa del Nigromante (intelectual de la independencia) y nos desatoramos los tacos con una coca light al tiempo y una manzana lift.
SEGUNDO AIRE…
Con medio tanque arrancamos nuevamente el choclo (choclo: adj. calif. zapato tenis tipo convers versión no lavada y pirata pero aguantadores) hacia las calles más solitarias acompañados del sol y de nuestro amor.
Llegamos a donde la vida no vale, nada tras conocer cuatro cantinas, cantinas de adeveras y de preguntar sobre el partido de Chivas vs América y el marcador de los gallos contra los pumas 3-3 (el empate asegura la estabilidad en el matrimonio de Rocío y Eduardo). ¿En dónde la vida no vale nada?, a las espaldas de la iglesia de San Juan de Dios se encuentra un pequeño panteón con tumbas en donde en sus rebuscadas lápidas se inscribían desde 1893; otra era a Lucía Mendiola y de las demás; el astigmatismo, la miopía y la indisciplina de los dos de no usar los lentes recetados, además del candado de la puerta, nos fue imposible enfocar los datos. Sin embargo la lectura de los Sonetos apócrifos y la información de la doña del puesto de dulces hicieron de ese lugar un sitio para volver.
EL REGALO
Mano izquierda en nalga izquierda (uso costumbre de Eduardo para abrazar a Rocío) y calle arriba, Rocío le obsequió a Eduardo posiblemente uno de los más hermosos detalles que reafirman su convicción por seguir viendo esos hermosos ojos cada mañana a pesar del enmarañado que los cubre. Fachada ocre de tres niveles, techo oval con detalles al natural predominando el ladrillo rojo se asomaba al último escaño un espacio el cual Rocío designo con estas palabras: ¡Mira mi amor para tu estudio!... mi amor te amo, dice Eduardo.
Y SIGUE EL CHOCLO ANDANDO…
Libros barabara… y chafas …chafas del buen amigo Jack acompañado con un buen blues y algo de Elvis Presley (no más comentarios).
Pocos deseos, la fuente sólo tenía dos pesos (pinches gringos codos y mexicanos de poca fe), nos encaminamos al paseo de las esculturas en talla de madera de tamaño natural, espacio permanente… (¿cuándo vamos a ver en Querétaro algo así?), y después el robo de bugambilias para el menjurje de la mami suegra para la tos de perro de Rocío.
Nos encontramos con un parque que en el viaje anterior hubiera sido la salvación a los ataques talibanenses de las dos guerrilleras y el dictador intelectual (Erín, Karime y Lalito); “El parque Juárez” alfombrado con arena de playa, juegos que ponen a chambear a los niños entre puentes, cuerdas, redes, toboganes, volantines, columpios de cuero y todas esas cosas que no son un peligro para la mente y desarrollo de los niños. Bien por el municipio de San Miguel. Ah! Entrada libre…
Conocimos “La misión del bosque”, conocimos una de sus habitaciones matrimoniales Eduardo piensa: “que precioso sitio para aprisionar a mi Rocío toda la noche”, Eduardo dice: “pinche lugar está bien caro” (setecientos cincuenta la noche…chale).
CREATIVIDAD VS COMERCIO
De cuadra en cuadra y galería en galería continuaron nuestras pláticas y comenzaron las preguntas.
¿qué tanto es arte por arte y qué tanto es bisne por bisne?
¿por qué algunos le apuestan a su creatividad y la venden y por qué hay quien importa desde Guatemala colchas que los Huicholes, Nahuas, Otomíes, Jonases y otros hermanos saben hacer y de igual calidad?
¿quién le apuesta al creativo mexicano?
¿quién le compra al creativo mexicano?
¿Por qué no vender lo que en San Miguel a buen nivel se produce y olvidarse de Nueva York y sus galerías de la quinta avenida? ¿malinchismo?
En fin… esto es lo que se ve… tú opina.
CUESTA ARRIBA
Camino a casa, Rocío jadea en la subida (pinches bajadas se convirtieron en subidas) y a lo lejos el super Chevy que se meaba de la risa al vernos. Arrancando y rodeando el hotel “El Atascadero” un gran rancho que seguro es de algún narco. Salimos a carretera a las 6:10 pm
Cien kilómetros por hora, ocho perros muertos, venta de elotes y miel de abeja, un motel de a peso para erotismo arrabalero y el mismo caballo de ida bajo el sol. Llegamos a Querétaro en el mismo tenor, entre plática, arrumacos, te amos y la esperanza de encontrar en la mesa la comida hecha y los trastes limpios.
CASITA
Querétaro nos recibió con un atardecer hermoso, los trastes sucios, sin comida hecha y las pinches chivas perdiendo 1-0 contra el América (a ver quien aguanta a esta subespecie), Eduardo dice: “mi amor renové mis votos y el profundo amor, respeto y admiración que me unen a ti”; Rocío dice: “te amo”.
DANZOOOOON DEDICADO A…
Este maravilloso viaje de poco mas de siete horas, se lo dedicamos a quienes hacen de nuestra vida y estancia en este plano un lugar digno de ser cambiado, modificado, evolucionado, tres personitas que llegaron en el justo momento, ni un minuto antes, ni un minuto después…a nuestros amados peques…Erín, Karime y Lalito.
VOLVEREMOS
Neta que sí.
Libros barabara… y chafas …chafas del buen amigo Jack acompañado con un buen blues y algo de Elvis Presley (no más comentarios).
Pocos deseos, la fuente sólo tenía dos pesos (pinches gringos codos y mexicanos de poca fe), nos encaminamos al paseo de las esculturas en talla de madera de tamaño natural, espacio permanente… (¿cuándo vamos a ver en Querétaro algo así?), y después el robo de bugambilias para el menjurje de la mami suegra para la tos de perro de Rocío.
Nos encontramos con un parque que en el viaje anterior hubiera sido la salvación a los ataques talibanenses de las dos guerrilleras y el dictador intelectual (Erín, Karime y Lalito); “El parque Juárez” alfombrado con arena de playa, juegos que ponen a chambear a los niños entre puentes, cuerdas, redes, toboganes, volantines, columpios de cuero y todas esas cosas que no son un peligro para la mente y desarrollo de los niños. Bien por el municipio de San Miguel. Ah! Entrada libre…
Conocimos “La misión del bosque”, conocimos una de sus habitaciones matrimoniales Eduardo piensa: “que precioso sitio para aprisionar a mi Rocío toda la noche”, Eduardo dice: “pinche lugar está bien caro” (setecientos cincuenta la noche…chale).
CREATIVIDAD VS COMERCIO
De cuadra en cuadra y galería en galería continuaron nuestras pláticas y comenzaron las preguntas.
¿qué tanto es arte por arte y qué tanto es bisne por bisne?
¿por qué algunos le apuestan a su creatividad y la venden y por qué hay quien importa desde Guatemala colchas que los Huicholes, Nahuas, Otomíes, Jonases y otros hermanos saben hacer y de igual calidad?
¿quién le apuesta al creativo mexicano?
¿quién le compra al creativo mexicano?
¿Por qué no vender lo que en San Miguel a buen nivel se produce y olvidarse de Nueva York y sus galerías de la quinta avenida? ¿malinchismo?
En fin… esto es lo que se ve… tú opina.
CUESTA ARRIBA
Camino a casa, Rocío jadea en la subida (pinches bajadas se convirtieron en subidas) y a lo lejos el super Chevy que se meaba de la risa al vernos. Arrancando y rodeando el hotel “El Atascadero” un gran rancho que seguro es de algún narco. Salimos a carretera a las 6:10 pm
Cien kilómetros por hora, ocho perros muertos, venta de elotes y miel de abeja, un motel de a peso para erotismo arrabalero y el mismo caballo de ida bajo el sol. Llegamos a Querétaro en el mismo tenor, entre plática, arrumacos, te amos y la esperanza de encontrar en la mesa la comida hecha y los trastes limpios.
CASITA
Querétaro nos recibió con un atardecer hermoso, los trastes sucios, sin comida hecha y las pinches chivas perdiendo 1-0 contra el América (a ver quien aguanta a esta subespecie), Eduardo dice: “mi amor renové mis votos y el profundo amor, respeto y admiración que me unen a ti”; Rocío dice: “te amo”.
DANZOOOOON DEDICADO A…
Este maravilloso viaje de poco mas de siete horas, se lo dedicamos a quienes hacen de nuestra vida y estancia en este plano un lugar digno de ser cambiado, modificado, evolucionado, tres personitas que llegaron en el justo momento, ni un minuto antes, ni un minuto después…a nuestros amados peques…Erín, Karime y Lalito.
VOLVEREMOS
Neta que sí.
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